miércoles, septiembre 03, 2008

Viaje a Francia verano (IV)




Cuarto día

Después de levantarnos y asearnos en los baños de los aeropuertos, decidimos desayunar en el hotel (a un euro nadie dice que no). Como buenos españoles, nos pusimos hasta arriba. Hoy tocaba ver restos romanos por doquier. Lastima que no nos pudiésemos colar (como somos). La ciudad era bonita y tenia encanto, eso si te intentaban clavar por todo, hasta por ver la habitación del famoso cuadro de Van Gogh. Está ciudad tenia teatro, termas y anfiteatro. Como a las doce cerraban las cosas de ver, decidimos ir a Nîmes. Lo resumo en una palabra: CERRADO.

Todo estaba cerrado y cuan perros paulovnianos buscamos algún lado donde ingerir alimentos. Realmente me decepcionó porque no había nada de vida por estar todo cerrado. Aun así sus monumentos estaban muy bien conservados. Decepcionados, decidimos ir al Pont du Gard a ver un puente romano en un río donde los franceses se bañan como hacíamos aquí en los años 80 y 90. Con este sin sabor en la boca decidimos ir a lo seguro, volver a Avignon. Aunque había menos gente porque era domingo, la verdad que es una ciudad estupenda. Llegamos corriendo a ver los jardines de la catedral y seguimos admirando el palacio fortaleza (Increíble, hay que volver para verlo por dentro). Obviamente volvió a caer un heladito (heladote) para cenar.

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