miércoles, septiembre 03, 2008

Viaje a Francia verano (III)





Tercer día

Abandonamos los Alpes con resignación sabiendo que a la vuelta los veríamos de lejos y tomamos rumbo a la Provença. El primer lugar que visitamos fue Orange, una ciudad con multitud de monumentos romanos, patrimonio de la humanidad. Después de comer ensalada con salmón o lasaña (ya empezamos a darnos cuenta de que el primero es casi siempre ensalada) fuimos a ver el teatro. Lo vimos por dentro, porque nos colamos sin querer queriendo, y era espectacular, no solo piedras viejas. Este teatro romano junto con un arco del triunfo databan del siglo I DC.
Desde Orange partimos hacia nuestro Hotel cerca de Avignon, un Formula 1. Es como el del primer día pero sin baño en la habitación. Aquí conocimos a Muzzy (la compañera de cama de chuzo) y al “pibón” francés. Por cierto, a los de la litera no les hacen las camas. Antes de ver Avignon por la noche, decidimos preparar la cena, el queso y salchichón que había sobrado, pero nos entró hambre y nos lo comimos antes de partir (en cuanto nos bajábamos del coche nuestro estomago pedía sustento, como el perro de Paulov).

Avignon es una de esas ciudades en las que puedes estar muchos días sin cansarte, simplemente impresionante. Nos quedamos con ganas de entrar en su palacio fortaleza, una ciudad amurallada extraordinaria. Se notaba que había sido ciudad papal en la antigüedad. Como para ir a la ciudad cogimos el coche, tuvimos que tomar un helado en Amorino, en forma de flor y muy ricos.

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