miércoles, diciembre 27, 2006

Oda a la belleza universitaria

"En esta noche tan fría, yo te ofrezco mi estufa. No tiene pilas ni cables pero igualmente se enchufa". Mítico poema calical que me viene a la memoria por el tema de la temperatura. Ahora que muchos universitarios deben de estar estudiando para los examenes de febrero (si,si.. seguro) me he acordado de lo difícil que era estudiar para los examenes de junio (mi mente funciona así, empieza por un tema y a saber por donde puede continuar). Si, aquellas tardes de Mayo, con los niños en el parque de al lado de la biblioteca... Si bueno, y con las feminas getafenses contratadas por algún vil docente para que debiesemos estudiar de nuevo en septiembre (sabían que nosotros ya habiamos estudiado por estas fechas e ibamos limpios para septiembre... limpios de aprobados digo).

Tu ibas con tu mazacote de electronica (me direis que ha habido algún verano que no hayais estudiado electronica) y se te ponia enfrente la típica estudiante de derecho o economicas (lo sabias porque estaba buenorra y si ella estudiara en leganes, seguro que la tendrías más que fichada) y claro, aparte de que no callaba ni debajo del agua, se levantaba cada dos por tres a dar un paseillo con sus inseparables amiguitas y los babosos guardaspaldas. Un escandalo vamos (yo apenas la miraba, soy un chaval muy responsable).

Claro para recuperar la concentración, uno bajaba a comprarse las típicas chuches y refrescos (lo litris son bebidas gaseosas ¿no?) y se lo tomaba en el césped. Craso error, porque ahí estaban las amigas de las getafenses que no estudiaban nunca, con lo que ya no podías estudiar. En de transistores veías señales sinusoidales con escotes abultados.

Hablando en serio, era muy duro el estudiar cuando todo el mundo esta tirao por el césped... pero lo bien que nos lo pasabamos nosotros ahí tirados. Y para que esta reflexión sea leida (y espero bastante comentada) pondré una foto sugerente y a la par sugestiva. Es de un calendario que han hecho unos chavales de quimicas oviedo. Y mira que a mí nunca me gusto la quimica. Es que no sabían enseñarla.

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