Este día fue, por así decirlo, de regalo. Era
un día que teníamos de colchón por si algún volcán hacía de las suyas así que
lo que decidimos ir a ver fueron cosas no previstas y repetir algunas del
primer día que estuvieron pasadas por agua.
Leímos en una guía que para llegar a Þórsmörk
había que tener un superjeep. Nosotros miramos el mapa y vimos que la carretera
F261 pasaba al lado de allí y era más fácil que la F249 (pero también tenía un
pequeño vadeo). Bien, pues después de un camino agreste pudimos ver el
campamento… pero al otro lado del rio. Y no, no hay puente alguno para cruzar.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgedXIbPUEaY7bB9UT8iHtrs05EZ-SsOoKBLna0xLKiwpj1DIzEFwqkt9UWRBF6j93X851sUHbLg3UR4IEMcp6JZAE1feWQ4v6xCWnwumXbxNJ45DlfO8KQgdbtdaxYefl5z13mEQ/s320/IMG_1187.JPG)
Una verdadera pena porque se veían los arbolitos tan cerca… pero el río lo estaba más. Así que media vuelta. Eso si, nos dimos un paseo por las arenas de la rivera del río, marcando nuestras huellas y haciéndonos un poco “los beduinos”.
Una verdadera pena porque se veían los arbolitos tan cerca… pero el río lo estaba más. Así que media vuelta. Eso si, nos dimos un paseo por las arenas de la rivera del río, marcando nuestras huellas y haciéndonos un poco “los beduinos”.
Como hacía sol, decidimos ir de nuevo a ver Gulfoss esta vez sin lluvia, pero con mucho aire. ¡Por fin pudimos sacar la famosa foto de la cascada y el arco iris! Con sol o con lluvia el paisaje es espectacular.
Comimos unos bocatas de atún con tomate y nuestra última ración de embutido. Como nos pillaba de camino también paramos en Geysir. ¡Qué bonito es el sol con estos espectáculos naturales!.
La nota triste es que este sería nuestro último día de auroras. Marchábamos al día siguiente de Hella a la ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario