lunes, enero 07, 2008

Calor y luz emocional

Melonconicas palabras son las que espuriamente utilizas como una glaciación contemporánea del corazón, cuan hierro templado evapora las lagrimas de mi consciente. La Luna y el Sol sólo pueden menospreciar la luz obtusa de mi entendimiento, a la par níveo y pardusco. Temen que no les observe por más tiempo, que sean sólo pasado de un futuro oscuro meras comparsa de vientos cambiantes de los cuales no puedan opinar ni sentir.

¡Ay si de ellos fuera esa dicha! Esa sin razón verborrea que los atañe y los comprime sus sueños. Su magneficiencia pusilánime se entromete en nuestra minúscula existencia sin percatarse de que la suya propia está condicionada a la nuestra. Mas no temáis incrédulos astros, que nuestra complacencia es eterna. Os seguiremos adorando y ansiando vuestro calor y resplandor, sabiendo que vuestra atención está desplazada a otros lares más haya del horizonte.

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