Salimos del amplio apartamento rumbo a la gran ciudad. Lo primero que fuimos a ver fue la catedral de día. La verdad es que tiene una forma muy curiosa, como un cohete, una nave espacial o como una llamarada. Decidimos entrar dentro y verla más en detalle. Es muy curiosa porque por dentro no hay apenas adornos, solo un impresionante órgano y toda muy blanquita. Se puede subir a la torre. Se paga un donativo de 3 euros (creo que para ayudar a gente con alguna discapacidad, así que no colarse) y desde allí se ve todo Reykjavik con buenas vistas.
A la salida está Leif Ericsson con su hacha. Todo muy vikingo.
Bajamos la que parecía ser la calle comercial, no había mucha gente pero comparado con el resto del país sería considerado una marabunta (grupos de 4 personas juntos uuuuuhhh).
Dimos un paseo por el lago Tjörn, con sus patos y fuimos a la plaza del ayuntamiento que estaba decorada con mariposas. Seguimos errando por la ciudad, buscando el monumento más importante que nos quedaba por ver: El barco vikingo.
Es una escultura símbolo de la ciudad que asemeja al mascarón de uno de estos barcos. Nos gustó bastante y nos sacamos unas cuantas fotos. Después de esto… nos fuimos a comer porque ya habíamos visto toda la ciudad (y no era ni la una de la tarde). Comimos en un bar por la calle de compras que servían unas sopas contundentes en panes grandes. Tenía la espinita clavada desde Polonia.
Luego poco más. Un par de vueltas, nos comimos unos donuts mientras unas nativas nos hacían una foto, unas cervezas y de nuevo unas pizzas para cenar. Así nos fuimos a dormir que al día siguiente regresábamos a Hispania como dirían los romanos. Al día siguiente poca cosa hicimos más que lavar el coche para no pagar los 45 euros que ponía el alquiler del coche. En alguna gasolinera puedes lavarlo gratis, te dan la manguera y unos cepillos y ala, al lio. Por cierto, el jabón para lavar podéis comprarlo en cualquier Bonus. Aunque si no lo echáis, después de hora y pico lavando se queda aceptable un todoterreno que literalmente se ha metido por todo-el-terreno (no me recordéis lo del Askja que se me cae una lagrimita).
Como resumen decir que es un viaje que merece la pena. Vas a ver una naturaleza increíble… eso si, piensa que el baño compartido es la tónica y que la comida no es muy variada. Pero como les dije a unos amigos:
“Levantarte, atravesar una laguna glacial y ver una cascada con columnas basálticas es una pasada. Pues si a continuación vas a caminar por el mayor glaciar de Europa y con una sonrisa en la boca piensas en dormir para levantarte a la una de la mañana y ver auroras boreales, bailar y cantar… eso si que no tiene precio”.
Este es el principio del blog. Tras 30 minutos buscado un usuario válido, ha sido posible tamaña hazaña recortando diversos nombres y añadiendo caracteres innombrables. Pero al fin se ha conseguido. El título del blog hace relación a esos estados de animo que van más allá de la pereza propia de nuestra especie. Algo así como un estado de animo de enfado ante tu propia inactividad y pereza impuesta o adoptada por uno mismo.
domingo, julio 15, 2012
miércoles, julio 11, 2012
Islandia 13 de Septiembre 2011: Hveragerði, Krisuvik, Krisuvikurbjarg, Blue Lagoon y Reykjavik
Nos levantamos dejando el que había sido
nuestro hogar durante 3 días. ¡Adiós cabañita!. No teníamos nada pensado más
que la obligada visita a la Blue Lagoon, así que salimos de Hella rumbo allí
vía península de Reykjanes.
Nuestra primera parada fue en Hveragerði. Es
una pequeña ciudad del sur de Islandia situada a 45 kilómetros de Reykjavík. Su
área circundante es parte del volcán Hengill, que está geotermalmente activo y
experimenta terremotos frecuentes. La ciudad es famosa por sus invernaderos,
que reciben calor por las aguas termales volcánicas, siendo visitable entre
otros el Eden Bananas. Junto a la iglesia hay unas aguas termales llamadas
Sandhólshver, formadas durante el violento terremoto del sur de Islandia de
1896. Esta área geotermal tiene numerosas aguas termales y fumarolas. Es un
paseíto corto que es agradable de ver mientras lees las explicaciones. Aquí
incluso horneaban pan los lugareños.
Después continuamos por la carretera 427
camino de Krisuvik que se encuentra al lado de la carretera 42. La zona
geotermal Krisuvik es una de las zonas donde más se puede apreciar la actividad
volcánica de Islandia. Esta zona es una de las zonas con más alta temperatura
de Islandia. Es muy parecido al Hverir de Myvatn pero en pequeño. Es una buena
opción visitarlo el mismo día que la Blue Lagoon. Se puede ver como sale humo
de la tierra, como el agua que emana de la tierra esta hirviendo y sobretodo
apreciar el característico olor, debido al azufre, a huevo podrido del agua
caliente en este país. Muy cerca de aquí hay un pequeño lago con tintes verdes
que es digno de ver.
Para comer decidimos coger una carretera
(mejor llamarlo camino infierno) para llegar a los acantilados del sur de Krisuvikurbjarg. Si has visto muchos
acantilados, pues a lo mejor no te impresionan tanto, pero la verdad es que con
sol y reposando para comer unos bocatas es una vista y descanso muy
recomendable.
Después
de esto ya fuimos derechos a la Blue Lagoon. Es un spa geotermal que es el atractivo
número 1 de Islandia. Esto es lo que dicen ellos, yo la verdad es que podría
nombrar más de una docena de mejores opciones… La entrada es carilla, unos 30
euros por persona. El coche lo tienes que dejar en un parking que está nada más
entrar (el otro parking es de pago). Antes de meterte tienes que ducharte. Y
después también si no quieres ir con el pelo lamido como una vaca y encrespado.
Tiene un montón de pequeñas atracciones que desfrutar. Sauna, una cascada
masaje (básicamente te cae con fuerza agua en la espalda) y montones de sílice
para echártelo por la piel y que se te quede tersa. Todo el mundo se lo echa.
Yo creo que los guionistas de Walking Dead tomaron de aquí la idea porque
menuda pinta que teníamos.
Después
de más de 3 horas fuimos hacía nuestro alojamiento en Reykjavik. El
hotel Floki, que, la verdad, no sabíamos que tal iba a estar. Pero como
llegamos tarde tuvimos suerte, porque no estaba nuestra habitación cuádruple
con baño compartido por 57 euros y nos dieron un apartamento para los 4 con
baño propio. Vamos que salimos ganando por bastante. Esa noche dimos una vuelta
hasta llegar a la catedral y fuimos a comer a una pizzería que estaba
recomendada en la guía Eldsmiðjan. La verdad es que las pizzas nos sentaron
fenomenal.
Por ese
día ya había sido suficiente. Ya habíamos llegado casi al final del viaje. Solo
nos quedaba ver la capital del país para terminar con nuestra visita.
martes, julio 10, 2012
Islandia 12 de Septiembre 2011: Þórsmörk, Vestmannaeyjar, Gulfoss, Geysir y Hella
Este día fue, por así decirlo, de regalo. Era
un día que teníamos de colchón por si algún volcán hacía de las suyas así que
lo que decidimos ir a ver fueron cosas no previstas y repetir algunas del
primer día que estuvieron pasadas por agua.
Leímos en una guía que para llegar a Þórsmörk
había que tener un superjeep. Nosotros miramos el mapa y vimos que la carretera
F261 pasaba al lado de allí y era más fácil que la F249 (pero también tenía un
pequeño vadeo). Bien, pues después de un camino agreste pudimos ver el
campamento… pero al otro lado del rio. Y no, no hay puente alguno para cruzar.
Una verdadera pena porque se veían los arbolitos tan cerca… pero el río lo estaba más. Así que media vuelta. Eso si, nos dimos un paseo por las arenas de la rivera del río, marcando nuestras huellas y haciéndonos un poco “los beduinos”.
Una verdadera pena porque se veían los arbolitos tan cerca… pero el río lo estaba más. Así que media vuelta. Eso si, nos dimos un paseo por las arenas de la rivera del río, marcando nuestras huellas y haciéndonos un poco “los beduinos”.
Aunque el día estaba como con calima,
fuimos a ver las islas Vestmannaeyjar. Se veía poco por lo que solo pudimos ver
el mar golpeando las negras playas.
Como hacía sol, decidimos ir de nuevo a ver Gulfoss esta vez sin lluvia, pero con mucho aire. ¡Por fin pudimos sacar la famosa foto de la cascada y el arco iris! Con sol o con lluvia el paisaje es espectacular.
Comimos unos bocatas de atún con tomate y nuestra última ración de embutido. Como nos pillaba de camino también paramos en Geysir. ¡Qué bonito es el sol con estos espectáculos naturales!.
Como hacía sol, decidimos ir de nuevo a ver Gulfoss esta vez sin lluvia, pero con mucho aire. ¡Por fin pudimos sacar la famosa foto de la cascada y el arco iris! Con sol o con lluvia el paisaje es espectacular.
Comimos unos bocatas de atún con tomate y nuestra última ración de embutido. Como nos pillaba de camino también paramos en Geysir. ¡Qué bonito es el sol con estos espectáculos naturales!.
La nota triste es que este sería nuestro último día de auroras. Marchábamos al día siguiente de Hella a la ciudad.
domingo, julio 08, 2012
Islandia 11 de Septiembre 2011: Seljalandsfoss, Gljufrafoss, Skogarfoss, Vik i Myrdal, Reynisdrangar, Reynisfjara, Dyrhólaey, Eyjafjallajökull y Hella
Este día era para ver todo lo principal,
excepto Reykjavik, que nos quedaba por ver en
Islandia. Volveríamos a dormir a Hella, así que no íbamos como sherpas con las
maletas al hombro.
Lo primero que
vimos ese día fue Seljalandsfoss, una de las cascadas más famosas. Está entre Hella
y Skógafoss, al lado de la Ring Road en camino a Þórsmörk (tiene un parking
grande y se ve desde la carretera). Es una cascada del rio Seljalandsá con caída
de 60m y lo característico es que permite verse por detrás. La tradición es que
los enamorados den una vuelta por detrás agarrados de la mano. Es una cascada
delicada, que parece que no lleva mucha agua, pero la realidad es bien distinta
y vista por detrás también es una preciosidad.
Si andas por el
camino hacía la derecha unos minutos encuentras la cascada Gljufrafoss (cuando
crees que te has confundido de camino porque se acaba, andas un poco más como
hacia una granja y ahí está). Esta cascada está como escondida dentro de unas
rocas y para verla deberías meterte en el río… pero al lado hay un camino por
el que puedes trepar, un tramo agarrándote a una cadena, y encuentras una
escalera de madera por la que si subes un poco puedes ver la cascada. La verdad
es que es una cascada muy curiosa, aunque mucho más pequeña que las otras que
veríamos en este día.
Siguiendo la Ring
Road continuamos unos kilómetros para llegar a la siguiente cascada espectacular:
Skogarfoss. Es una de las cascadas más grande del país con una anchura de 25
metros y una caída de 60 metros. Situada en los acantilados del litoral que ha
retrocedido hacia el mar (hoy está a una distancia de alrededor de 5 km desde
Skógar), los anteriores acantilados marinos permanecieron, paralelos a la costa
a lo largo de cientos de kilómetros, creando junto con algunas montañas una
frontera clara entre las tierras bajas costeras y las Tierras altas de
Islandia. Debido a la cantidad de espuma que produce constantemente la cascada,
un arco iris simple o doble es normalmente visible en los días soleados. Según
la leyenda, el primer colono vikingo en la zona, Þrasi Þórólfsson, enterró un
tesoro en una caverna detrás de la cascada.
En el lado oriental
de la cascada, un sendero para trekking lleva hasta el paso Fimmvörðuháls entre
los glaciares Eyjafjallajökull y Mýrdalsjökull. Baja a Þórsmörk en el otro lado
y sigue como la famosa Laugavegur a Landmannalaugar. Se puede subir por una
escalerilla que hay a la derecha de la cascada (tomárselo con calma que es muy
alta) y desde la parte de arriba, cruzando una valla por unas escalerillas de
madera para cruzar las vallas, empieza la ruta que va a Þórsmörk y
Landmannalaugar.
Después de mojarnos
al acercarnos y la caminata hasta arriba para contemplar mejor este fenómeno de
la naturaleza, nos dirigimos a Vik para ver está población. Realmente tiene muy
poquitas cosas, salvo las playas de arena negra. Vik i Myrdal es pese a su
tamaño (300 hab) el lugar mas grande en 70Km. Está justo debajo del glaciar
Mýrdalsjökull que está encima del volcán Katla. El Katla no ha entrado en
erupción desde 1918, y el típico reposo de este volcán suele ser de unos 40
años con lo que se especula con que puede ocurrir pronto. Si sucede esto, las
riadas que se producirían por el deshielo del volcán se llevarían Vik por
delante (solo se salvaría la iglesia que está a lo alto).
Comimos en la
gasolinera N1 unas hamburguesotas. Como la marea estaba alta, no pudimos andar
por la playa hacía Reynisdrangar así que tuvimos que ir en coche. Reynisdrangar
es una playa de estacas de basalto bajo
la montaña Reynisfjall. La leyenda dice que las columnas se originaron cuando
dos trolls arrastraban tres navíos hacia tierra y cuando llegó la luz del día
se transformaron en piedra. Las columnas basálticas son muy impresionantes y lo
más común es hacerse fotos subidos a ellas, cual tronos de la edad media. Por
supuesto hay que sacarse una foto con los trolls de piedra. Si sigues por la
playa se llega a Reynisfjara que es otra playa de arena negra famosa por sus
olas peligrosas. Cuando llegamos nosotros nos encontramos con una especie de
carrera o convoy de 4X4 que fueron alrededor de toda la playa y luego
desaparecieron.
Cogiendo de nuevo
el coche para ir a Dyrhólaey y su faro nos los volvimos a encontrar, menos mal
que nos dio tiempo a subir hasta arriba porque el camino que lleva al faro es
un poquillo duro. Desde allí vimos su playa de arena negra con rocas solitarias
y su arco natural de lava negra de 120m de altura que da su nombre a la península.
Desde allí se ve el glaciar Mýrdalsjökull, las columnas de lava negra de Reynisdrangar
en el mar y la costa en dirección a Selfoss. Hacía un viento terrorífico, por
lo que sacamos unas cuantas fotos y nos fuimos.
Hicimos un breve
alto para ver el Eyjafjallajökull, ese volcán glaciar que en 2010 tuvo en jaque
a las aerolíneas Europeas. Es curioso ver fotos de la erupción porque toda la
nube de cenizas iba en dirección Europa y nada para Islandia (como decían las
camisetas “we haven’t any cash, but we have lot of ash”).
Vuelta a Hella,
donde dimos la tradicional vuelta al supermercado en busca del alimento nuevo
perdido, para acabar unos noodles que compramos (realmente asquerosos) y
disfrutar de otra noche de auroras. Esta noche vimos una de las auroras más
potentes, ya que justo se ocultó la luna cuando estaba en su máximo esplendor
(en las fotos se ven atisbos de rojo incluso).
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