lunes, mayo 21, 2012

Islandia 5 de Septiembre 2011: Akureyri, Godafoss, Mývatn, Dettifoss

Ese día nos quedábamos en Akureyri a dormir. Fue un gran acierto porque si no, no se hubiera secado la ropa, pero si lo llegamos a saber mejor hubiéramos pernoctado dos noches en Husavík. Este día tocaba Mývatn y sus mosquitos y Dettifoss.
De camino a Mývatn creíamos que nos tragaban las nubes. No se veía nada de nada. Decidimos parar ante otra maravilla de cascada, Godafoss. La “cascada de los dioses”, así bautizada en el año 1000 cuando el “recitador de leyes” Thorgerir arrojó todos los ídolos paganos en las aguas rompientes del Skalfandaflot tras convertirse al cristianismo y, con él, el althing (parlamento) y el país.
El lago Mývatn (islandés "mý" = mosca enana, "vatn" = lago; el lago de las moscas enanas). Situada a 50 kilómetros al sur de Húsavík, tiene 37 km² y poca profundidad, siendo el punto más profundo sólo de 4,5 metros. En el mismo lago, se encuentran los pseudocráteres de Skútustaðir. Estos accidentes geográficos no llegaron a emitir lava nunca, pero fueron originados por explosiones producidas cuando la lava entró en contacto con el agua del lago.  Estas formaciones volcánicas son casi exclusivas de Islandia. En esta zona creíamos que nos tragábamos nosotros a los mosquitos ¡Qué infierno!. Ni Michael Jackson iba tan tapado como nosotros. Tuvimos que comprar unas redes para nuestras cabezas y así fue todo mucho mejor. No lejos del lago, rodeando el lago dirección sur, se encontra Hverjall (o Hverfell), desde el que se observa una maravillosa vista de la zona, es un crater circular de 140 metros de profundidad y con una circunferencia de 1000 metros, se cree que es el resultado de una explosión ocurrida hace 2500 años. No pudimos subir ya que empezó a llover y era un poco incomodo. Por la zona también podemos encontrar Dimmuborgir esta cerca de Hverfjall y es una basta área de formaciones de lava. Aquí se pueden encontrar todos los tipos de lava, como túneles o pequeñas cuevas. El más espectacular de todos es el conocido como la Iglesia, the Church una gran cámara con forma de iglesia. Todo forma un laberinto espectacular de extrañas estructuras formadas hace 2.000 años por la lava. Este lugar es mágico y está adornado asombrosamente por una cubierta vegetal. Uno de los lugares destacados es una cueva conocida como Kirkjan (iglesia) por lo mucho que recuerda a una capilla gótica. Además en este lugar es donde habitan los 13 papa noeles islandeses. Grýla vive en las montañas junto con su marido Leppalúði y sus hijos, los 13 papa noeles, y su gato. Cada año en diciembre Grýla va hacia las viviendas de los seres humanos y coge a los niños que se han comportado mal y se les come. Los papa noeles van también, uno y uno, para robar, hacer bromas y comportarse como idiotas. Llevan nombres que reflejan la naturaleza de sus bromas. Uno se llama Kertasníkir (robador de velas), otro Ketkrókur (robador de carne), etcetera. Leppalúði, que es feo y vago, se queda en casa, pero estoy seguro que Grýla le lleve uno o dos niños para comer. El gato navideño también come a los niños, pero sólo a los niños que no se visten en ropas nuevas para navidades.
Námafjall y Hverir es volcán rodeado de fumarolas, pozas de lodo hirviendo y sobretodo llamativo por el color de la tierra a su alrededor. Es el lugar de los huevos podridos. Fenómenos volcánicos en la planicie de Námaskarð, más concretamente en una área denominada Hverir plagada de pozas de barro literalmente hirviendo, fumarolas y una especie de chimeneas de donde salía el vapor de agua a una presión tal que al pasar por entre las piedras hacían un ruido ensordecedor. Da idea de la fuerza de la naturaleza. Eso si, cuidado con lo que has comido por si se te revuelve el estómago. Es una zona volcánica activa muy espectacular de ver porque parece que estés en otro planeta. Además cuando vas caminando y ves como emergen los vapores del suelo y notas el calorcillo del ambiente. Kafla es una caldera volcánica de aproximadamente 10 km de diámetro con una larga zona de fisuras de 90 km, situada en el norte de Islandia en la región de Mývatn. Su pico más alto alcanza los 650 msnm. Krafla incluye uno de los dos cráteres más conocidos de Islandia junto con Askja, Víti (en islandés víti significa infierno ya que antiguamente se pensaba que el infierno se encontraba bajo los volcanes). El crater Víti es famoso por el lago verde que aloja. Da miedo saber que aún está en activo y que los geólogos y vulcanólogos islandeses lo tienen vigilado porque algo esperan que suceda en años venideros. La ruta que recorre la zona, número 31 en la Rhotter, discurre entre solfataras, cráteres y campos de lava por alrededor de unas dos horas. En los campos de lava de Leirhnjukur, el suelo caliente, las coloridas solfataras y las emisiones permanentes de vapor que emana de entre la lava, nos recuerdan que el sistema puede revivir en cualquier momento. El paseo es muy espectacular porque ves el humo salir de la tierra y todo rodeado de restos de lava.
Después de una parada técnica para comer unos bocatas, decidimos ir a ver algunas cascadas del parque nacional de Jökulsárgljúfur a las cuales llegamos por la 862. Vimos Selfoss (pequeñita), Dettifoss (la más caudalosa de todas y con una fuerza espectacular) y Hafragilfoss (que se llega por un camino de cabras y la cual no se podía bajar hasta abajo fácilmente teniendo que utilizar una cuerda para bajar y luego subir) a lo largo del río Jökulsá.
El río baja del glaciar Vatnajökull. La primera es Selfoss, cascada ubicada en el río Jökulsá á Fjöllum en el norte de Islandia, transcurre unos 30 km entre varios saltos de agua antes de desembocar en Öxarfjörður, una bahía del Ártico. Varios metros por debajo de la cascada (11 m de altura) sigue Dettifoss, el salto de agua más poderoso de Europa, con unos caudales medio y máximo registrado de 200 y 500 m³ por segundo, respectivamente, dependiendo de la estación, del deshielo glaciar y la actividad volcánica. El río cae 44 m sobre un ancho de 100 m. Desde las cascadas pudimos atisbar el Herðubreið un espléndido ejemplo de table mountain fruto de una erupción subglaciar. Vamos que parecía una tarta de nata. Era lo más cerca que íbamos a estar del Askja. Después de esto regresamos a Akureyri donde las nubes nos esperaban. Mañana tocaba Husavik.